Leer y escuchar para aprender español

Leer y escuchar en español
Resumen:

 Para aprender español hay que leer y escuchar en español con frecuencia. Pero tienes que escuchar y leer sobre temas que interesen. Si lees sobre temas que no te gustan, que te aburren, te cansarás muy pronto y terminarás por abandonar.

 
¿Qué te interesa? ¿Qué te gusta?
Esta semana me gustaría saber qué te interesa, qué te gusta… ¿de qué quieres que hable en nuestro podcast para aprender español?
Estoy pensando que cada semana podríamos leer un artículo de actualidad sobre temas de actualidad de España o América latina, comentarlo y ver la gramática y el vocabulario más interesante del artículo. ¿Qué os parece la idea?
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Describir una ciudad en español

Ciudades de España
¿Cuál es tu ciudad española favorita? La mayoría de mis estudiantes conocen Barcelona, Valencia, Madrid, Salamanca, Sevilla… pero pocos conocen las ciudades del norte de España.

El norte de España no es muy conocido en el extranjero.
En el episodio de hoy de nuestro podcast para aprender español hablamos con Fernando, un profesor de español del norte de España (de Asturias) y él nos cuenta cuál es su ciudad favorita y por qué. Es una buena oportunidad para saber un poco mejor cómo es el norte de España y escuchar un acento y una voz distinta a la mía.

El norte de España
Bueno, ahora estoy aquí con Fernando, que Fernando es como yo, profesor de español ¿no?
Fernando: Pues sí soy profesor de español en el University College, de Londres.
Muy bien, vale, y ahora la pregunta que te voy hacer es ¿Cuál es tu ciudad ideal en España? ¿Qué ciudad española es tu favorita?
Fernando: Pues la ciudad española que más me gusta creo que es Gijón, en el norte de España.
En Asturias, ¿no?
Fernando: En la comunidad autónoma de Asturias, sí.
No es una ciudad muy conocida fuera de España, creo. ¿Por qué te gusta tanto?
Fernando: Pues me gusta porque es una ciudad de tamaño medio; no es ni muy grande, ni muy pequeña, entonces, no tienes el agobio y el estrés de una gran ciudad, pero tan poco de una pequeña.
Es una ciudad tranquila, ¿no?
Fernando: No es tranquila, pero tampoco agobiante y tampoco es una ciudad aburrida, porque tiene casi trescientos mil habitantes.
Ah, vale, bien, no es muy pequeña tampoco.
Fernando: No, no, está bien de tamaño.
Y qué, por ejemplo, si alguien quiere ir un fin de semana a Gijón ¿Qué se puede hacer?
Fernando: Pues, Gijón es una ciudad bastante turística porque tiene playa. Bueno depende de qué época del año vayas, si vas, por ejemplo, en verano, por supuesto que puedes ir a la playa. Y además la comida es riquísima en el norte de España. El norte de España normalmente no es un sitio típico para turistas, pero sin embargo es el gran desconocido de España porque es un sitio precioso.
Dime un plato de Gijón o de Asturias.
Fernando: Pues, el plato típico de Asturias es la fabada.
¡Ah, muy bien! Explica un poco qué tiene.
Fernando: La fabada es una especie de cocido con alubias, chorizo… Básicamente alubias y productos de cerdo.
Tiene que estar muy bueno.
Fernando: Está muy rica.
¿Tú sabes cocinar la fabada?
Fernando: Pues no, porque la fabada es bastante difícil de cocinar. Bueno sé cómo se hace, pero no sé cocinarla bien: es muy difícil.
Bueno, pues entonces la próxima vez que vaya a España iré a Gijón
Fernando: Pues, por supuesto, deberías, deberías ir.
Vale Fernando, gracias, hasta luego.
Fernando: Adiós.
¿Quieres seguir aprendiendo español?
Si quieres saber más sobre las ciudades de España, puedes hacer esta actividad muy interesante y divertida para conocer mejor España y mejorar tu español.

Ir de tapas en español

IR DE TAPAS
En nuestro podcast para aprender español, hoy hablamos de las tapas. ¿Piensas que es fácil ir de tapas?
Para ir de tapas no basta con saber hablar español. No basta con saber el vocabulario del bar. Ir de tapas es un ritual, una cultura, es una forma de vida. 
Cómo ir de tapas
Hola chicos ¿Qué tal? Bienvenidos a otro episodio de nuestros podcast 1001 Reasons To Learn Spanish.
Hoy vamos hablar de tapas. A mí me encanta ir de tapas, pero aquí en Londres es muy difícil tapear.  Por supuesto que hay bares de tapas en Londres, como también hay bares de tapas en otras grandes ciudades, en todo el mundo. Yo he visto bares de tapas en Berlín, en Nueva York, en Roma, en Tokio, en París. Hoy en día las tapas son conocidas en todo el mundo.
Sin embargo, como decía, fuera de España es muy difícil tapear, ir de tapas. Ir de tapas no es simplemente ir a un bar y pedir una tapa de calamares a la romana, unas gambas al ajillo o unas patatas bravas. Ir de tapas es todo un ritual, una costumbre que realmente solo se puede hacer en España.
Se puede ir de tapas al mediodía, después de salir del trabajo y antes de ir a casa a comer; también se puede tapear por la tarde antes de cenar.  Para tapear hay que ir con amigos, nunca solo: a un bar se puede ir solo a tomar un café y a leer el periódico, pero para tapear tienes que ir con amigos. Hay que ir en grupos pequeños de tres a cuatro amigos; menos de tres es un poco triste y más de cinco son demasiados.
Las tapas se comen de pie, en la barra del bar, nunca sentados en el comedor de un restaurante o en la terraza. Te sientas para comer o para cenar, pero para tapear no; comer y tapear son cosas diferentes. Con las tapas se bebe vino o cerveza que esté bien fría. Tiene que ser una cerveza ligera, no las cervezas pesadas y fuertes que se beben en otros países más fríos, como Alemania o Inglaterra; no se puede ir de tapas y beber agua mineral, coca cola, fanta o refrescos similares. ¿Sangría? ¿Tinto de verano? mmm, ¡No, para tapear no! Si no se bebe alcohol las únicas bebidas aceptables a la hora de ir de tapas son: la cerveza o el vino sin alcohol.
Algo también muy importante es que ir de tapas quiere decir ir a un bar, pedir una o dos rondas y luego ir a otro bar y pedir otras dos rondas, ir a otro bar etc. Es decir, no se puede ir de tapas y quedarse toda la tarde en el mismo bar: hay que cambiar de bar. Alguien por ejemplo, sugiere “¡Oye! me han dicho que han abierto un bar nuevo, en la calle perico, que ponen pulpo y pimientos del padrón, riquísimos, ¿vamos?” “¡Venga vamos! ¡Me encantan los pimientos del padrón!”.
Antes de salir del bar hay que pagar, claro, pero por favor nada de calcular cuánto ha consumido cada uno individualmente. Cada persona paga una ronda diferente, independientemente de qué tapas ha tomado.
En fin, aunque haya bares de tapas en muchas ciudades del mundo, creo que ir de tapas es toda una cultura, un ritual que solo se puede vivir realmente si se está en España.
¿Y a ti? ¿Te gusta tapear? ¿Has ido alguna vez de tapas?
Bueno, espero vuestros comentarios.
¡Hasta pronto!
¿Te ha gustado nuestro podcast de hoy?
Recuerda que en nuestro blog puedes escuchar nuestro podcast y leer al mismo tiempo la transcripción. Escuchar y leer es muy importante para mejorar el vocabulario, la gramática y la comprensión oral.

El español: una puerta a otras culturas

Hoy en nuestro podcast para aprender español hablamos de La Catrina, un personaje muy popular en la cultura mexicana. Se trata de una calavera, una muerta, que va vestida de forma muy elegante. La Catrina se ha convertido en un símbolo de México y es muy importante en la celebración del Día de Muertos.
¡Qué miedo!
Mira bien esta imagen. Da un poco de miedo, ¿no?
¿Sabes quién es?
Es la Calavera Catrina, un personaje muy popular en México, especialmente el Día de Muertos.
Nunca he entendido muy bien por qué un personaje tan terrible, una calavera, una mujer muerta, se ha hecho tan famosa en México. Siempre me ha parecido un poco macabro, de mal gusto.
A mí, sinceramente, La Calavera Catrina me ha dado siempre un poco de miedo y esta idea mexicana de celebrar la muerte y de convertir una calavera en el símbolo del país no acababa de convencerme. No sé, es como si los norteamericanos hicieran de Freddy Krueger el símbolo de los EEUU.
Ya sé que no es lo mismo. Comparar a Freddie Krueger con La Catrina es un poco tonto. No tienen nada que ver.
Pero, en fin, creo que lo que quiero decir es que yo nunca he entendido muy bien todas estas celebraciones que se hacen en México para festejar la muerte, ni que La Catrina sea el símbolo de México… Pero, claro, yo no soy mexicano. Supongo que si fuera mexicano sería diferente.
La idea de la muerte me parece terrible, me da miedo. Esta idea mexicana de celebrar el Día de los Muertos como algo alegre y positivo, sinceramente, no la entiendo bien. Para mí, el Día de los Muertos es algo triste, terrible y no veo ningún motivo para estar contento.
Y, claro, tampoco entiendo que una calavera sea el símbolo de un país; que todas las chicas jóvenes mexicanas se vistan de Calavera, que se hagan pinturas, esculturas, que se escriban libros y se hagan películas en las que el personaje central es una calavera, una mujer muerta…
Como quería entender mejor la importancia de La Catrina y qué significa para los mexicanos de hoy,  he intentado leer un poco sobre la historia de este personaje.
Historia de La Catrina
Bueno, parece que todo comenzó a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En aquella época era habitual hacer dibujos de Calaveras para criticar al Gobierno, la corrupción y el estilo de vida de las clases más privilegiadas del país. Estas Calaveras solían aparecer en los periódicos como ilustraciones a algunos artículos. Eran artículos satíricos, irónicos, de crítica ácida hacia el gobierno y las clases dirigentes.
Así nació también La Catrina.
Su creador fue el artista y caricaturista José Guadalupe Posada.
Al principio La Calavera no se llamaba Catrina, sino Garbancera.
Posada llamó a su creación La Calavera Garbancera y este nombre parece que era una crítica a ciertos mexicanos pobres, de origen indígena, que mentían sobre sus orígenes, que se avergonzaban de ser lo que eran y se vestían de modo extravagante porque querían aparentar ser europeos, españoles o franceses.
La Calavera Garbancera era muy pobre, no tenía ropa, no tenía nada,“estaba en los huesos”, pero, a pesar de todo, llevaba un sombrero muy elegante para aparentar que era una mujer de la aristocracia francesa…
Parece que en aquellos años, este tipo de personas era bastante común en México.
Años más tarde, el gran muralista mexicano Diego Rivera pintó uno de sus murales más famosos: Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Ya he hablado en otro artículo sobre este mural.
En este mural se representan algunos de los episodios más importantes de la historia de México, como la conquista española, la época colonial, la independencia, la revolución… Y se pueden ver también muchos personajes clave de la historia mexicana: Hernán Cortés, Benito Juárez, Zapata, José Martí y muchos otros.
El centro del mural y de forma privilegiada lo ocupa la Calavera Garbancera. En el mural, la Calavera va acompañada de su creador, José Guadalupe Posada. También se puede ver a Frida Kahlo y al propio Diego Rivera, de niño.

Cómo aprender español

5 CONSEJOS PARA APRENDER ESPAÑOL
¡Hola y bienvenidos a un nuevo episodio de nuestro podcast!
Este es el podcast de 1001 Reasons To Learn Spanish y yo soy Juan.
Y ya sin más dilación, comenzamos nuestro episodio, que hoy, además, es muy interesante para cualquier estudiante de español porque vamos a hablar de consejos prácticos para aprender español, es decir, cosas que, en mi opinión, puedes hacer para aprender mejor, de una forma más agradable y más eficaz. Te voy a dar 5 consejos, ¿de acuerdo?
¡Empezamos!
1. Pásatelo bien
Haz actividades que sean interesantes, amenas y divertidas. Divertidas para ti, claro, porque cada persona es diferente y lo que a mí me gusta quizás a ti no te guste. Entonces, el secreto es hacer lo mismo que harías en tu lengua materna, pero en español. Por ejemplo, si te gusta la música, escucha canciones en español; si te gusta el cine, puedes ver películas españolas o latinoamericanas en versión original; si te gusta navegar por internet, entra en sitios españoles, visita páginas de Facebook en español; si te gusta mirar vídeos en youtube, mira vídeos de youtubers españoles o latinos, etc. En resumen, haz las mismas cosas que te gustan normalmente, pero en español, de manera que el estudio de la lengua sea algo agradable y entretenido.
2. Establece un horario
Para tener éxito con el español (y con cualquier idioma) hay que estudiar de modo regular, cada día o casi cada día; no es necesario estudiar muchas horas, pero sí regularmente. Piensa a qué hora puedes estudiar español y cómo lo vas a hacer. ¿Por la mañana? ¿Por la noche? ¿A qué hora? ¿Dónde? ¿En la cocina? ¿En el parque? Al establecer tu horario tienes que ser realista: ¿cuánto tiempo le puedes dedicar realmente al español cada día? Si estás trabajando o si tienes hijos, por ejemplo, quizás no tengas mucho tiempo. Si solo puedes dedicarle al español media hora cada día, está bien, no es mucho, pero si lo haces regularmente, cada día o casi cada día, al final aprenderás español. Lo importante es tener disciplina, motivación y hacer cada día un poquito, aunque no sea mucho. Al final verás los resultados.

3. Estudia
Quizás sea obvio, pero muchos estudiantes piensan que ir a clase de español es suficiente para aprender español; piensan que el profesor les va a “poner el idioma en el cerebro” y que ellos no tienen que hacer mucho, aparte de ir a clase. No es así en absoluto. Algunos estudiantes suelen decir, “oh, por favor, enséñame español”. En realidad nadie puede enseñarte español, eres tú el que tiene que aprender… El profesor te puede ayudar, orientar, resolver una duda, contestar a tus preguntas, pero eres tú, solo tú, el que puede aprender español. Cuando digo que hay que “estudiar” español me refiero a hacer cosas como memorizar palabras y expresiones, entender reglas de gramática, establecer relaciones entre conceptos, repetir las palabras mentalmente para recordarlas mejor, buscar en el diccionario una palabra que no entiendes, etc. Es decir, tienes que hacer un esfuerzo, ser activo en tu estudio del español.
4. Practica, practica, practica
Para montar en bicicleta no hay que entender realmente cómo funciona una bicicleta; lo importante para aprender a montar en bicicleta es montar en bicicleta. Hay que intentarlo una vez y otra y otra… al principio con la ayuda de tus padres o quizás un amigo. Y practicar, practicar, practicar… Es posible que incluso te caigas de la bicicleta un par de veces: no importa. Te levantas y lo vuelves a intentar otra vez. Aprender a hablar español es como aprender a montar en bicicleta. No basta entender las reglas de gramática; no basta comprender los usos del subjuntivo o la diferencia entre ser y estar; no basta saber los usos de por y para… En realidad hay mucha gente que habla bien español y que no sabe nada o muy poco sobre gramática. Lo importante es practicar.
Pero, atención, hay que practicar cuatro habilidades: hablar, leer, escribir y escuchar.

¿De dónde era Colón?

Resumen:
Hoy es 12 de octubre, mi día favorito del año. Hoy es mi cumpleaños. También es el aniversario de la llegada de Colón a América. Creo que es normal que yo sea profesor de español, ¿no? Nací el Día de la Hispanidad. Bueno, en el episodio de hoy de nuestro podcast para aprender español hablamos de la hispanidad y nos preguntamos de dónde era Cristobal Colón.
¿De dónde era Colón?
Cuando yo era pequeño, hace muchos, muchos años, Colón era, sin lugar a dudas, español.
Eso es, por lo menos, lo que leíamos en los libros y lo que aprendíamos en la escuela.
De vez en cuando algún profesor comentaba que en Italia se pensaba que era italiano, pero nadie se lo tomaba en serio. ¿Quién podía tomarse en serio un país en el que solo comen pizza y pasta?
Colón era español, tan español como la tortilla de patatas, la paella, el jamón Serrano o el peñón de Gibraltar.
Todo el mundo lo sabía. Los italianos también lo sabían, pero eran unos envidiosos que andaban siempre contando mentiras.
Es verdad que nadie podía realmente demostrar cuál era la nacionalidad de Colón. No hay documentos que puedan probar donde nació. Solamente hipótesis. Por lo tanto, y mientras no se demuestre lo contrario, para nosotros, Cristobal Colón era español.
Lo español era siempre lo mejor
Eran los años setenta y en aquella época la falta de pruebas o documentos no importaba. Lo importante era saberlo. Y nosotros lo sabíamos. Sabíamos que Colón era español de la misma manera que sabíamos que la selección española de fútbol era la mejor del mundo. Quizás no la mejor técnicamente, pero sí la que jugaba con más pasión.
El resto del mundo nos admiraba. Admiraba nuestra historia, nuestro sol, nuestro vino, nuestro arte, nuestro flamenco. Los hombres españoles eran los más valientes; las mujeres, las más guapas. Todo el mundo sabía que España era el mejor país del mundo y solamente los envidiosos podían pensar lo contrario.
Pasaron los años. Llegaron los años noventa. Vine a Londres y aquí me quedé a vivir y a trabajar.
Nadie es extranjero
Londres es una ciudad multicultural. Un “melting pot”, como se dice en inglés. Una ciudad en la que todos somos extranjeros y, quizá por eso, nadie se siente extranjero. Dar un paseo por una calle de Londres es como recorrer los cinco continentes. En cinco minutos cada mañana me puedo cruzar con una familia árabe, cuatro chicas asiáticas, un taxista de Afganistán, dos albañiles polacos, un camarero de Bulgaria y un grupo de chicos y chicas negros a la puerta de la Universidad, esperando para empezar las clases.
Durante estos años en Londres he conocido a muchos italianos. En esta ciudad hay muchísimos. De hecho, ahora la mayoría de mis amigos son italianos.
Aprendí italiano y me enamoré de una chica italiana morena. Con ella he aprendido que Italia es mucho más que pizza y pasta.
Y con ella también he aprendido que Cristobal Colón posiblemente se llamaba Cristoforo Colombo y que, posiblemente, era de Génova.
Pero lo más importante que he aprendido en todos estos años aquí en Londres, viviendo entre “extranjeros”, hablando otros idiomas y conviviendo con otras culturas, es que ya no me importa de dónde era Colón.
Ya no creo que todo lo español sea siempre lo mejor.
Y, además, la pizza napolitana me gusta tanto como la tortilla de patatas.
Solo en Londres: tortilla de patatas + pizza
 

Tú ya hablas español

Resumen:
¿Hablas español? Si entiendes nuestro podcast, ya hablas español. Quizás cometes errores, quizás tu español no es perfecto, pero ya hablas español. Lo que tienes que hacer ahora es escuchar y leer en español a menudo. Tienes que escuchar podcasts y leer artículos interesantes en español para seguir mejorando tu español y pasar de un nivel intermedio a un nivel avanzado. Tienes que escuchar podcasts interesantes, como, por ejemplo, el episodio de hoy. Hoy hablamos de Gauchito Gil. ¿Sabes quién es Gauchito Gil? Escucha, escucha nuestro podcast en español…
 
Gauchito Gil: gaucho y santo.
Cuando se viaja por Argentina no es difícil encontrarse con la imagen de un gaucho que parece un santo. Se puede ver en los coches, en las paredes de las casas, en los bares…
¡Gracias Gauchito!
Algunos llevan siempre en la chaqueta o en el bolsillo una imagen de este personaje, de este “santo”. En las casas se hacen altares y se le reza, como se reza a Jesús, a la Virgen María o a otros santos. Hay quien tiene tatuajes con la imagen de Gauchito Gil.
Estos altares también se pueden ver en la calle, en las ciudades, en el campo. Normalmente son de color rojo y también se pone a menudo la bandera blanca y celeste de la Argentina.
Gauchito Gil: milagros y favores
En otro artículo he hablado sobre un personaje tan popular como Gauchito Gil: la Calavera Catrina, un personaje muy especial y muy popular en México, especialmente en el Día de Muertos; sin embargo, Gauchito Gil es diferente. Gauchito Gil existió realmente (fue un Gaucho que vivía en la provincia de Corrientes, en Argentina) y mucha gente cree que hace milagros.
De hecho, cientos de miles de personas van cada año, el ocho de enero, a visitar el santuario de Gauchito Gil, en la ciudad de Mercedes, provincia de Corrientes. Allí murió el Gauchito, allí está enterrado y allí se hizo un santuario al que acuden cientos de peregrinos para adorarle, pedirle milagros y darle las gracias por los “milagros” concedidos. Porque Gauchito Gil hace milagros, especialmente a los pobres, a los más necesitados.
La mayoría de los fieles de Gauchito Gil son pobres, campesinos, trabajadores, desocupados, gente sencilla y humilde que pone en Gauchito Gil la esperanza de una vida mejor. A Gauchito le piden que el marido que está en el hospital mejore pronto; hay quien pide un trabajo, cualquier trabajo, para sobrevivir; otros piden un golpe de suerte en la lotería; que vuelva el hijo que se fue y nunca regresó. Hay quien pide solamente una lavadora o quizás una casa nueva con electricidad…
A Gauchito Gil sus fieles le piden de todo y se lo piden con la misma devoción, con la misma fe, quizás incluso con más fe que con la que se reza a Dios o a la Virgen.
¿Quién fue Gauchito Gil?
Nadie lo sabe muy bien. Se sabe que se llamaba Antonio Gil, que era gaucho, que trabajaba en el campo y… y poco más.
La vida y la muerte de Antonio Gil fueron muy trágicas, pero no está muy claro qué pasó en realidad.
Hay varias versiones, pero parece que Antonio Gil era muy buena persona; un gaucho trabajador y pobre que siempre ayudaba a los demás. Un día, por motivos que no están claros, se convirtió en un criminal, en un ladrón, aunque se dice que robaba solo a los ricos para darle el dinero a los pobres. Fue ejecutado por sus crímenes el 8 enero de 1878.
Ese mismo día, al morir, Gauchito hizo su primer milagro. El hijo del verdugo que lo mató estaba muy enfermo, pero Gauchito le dijo que no se preocupase, que cuando volviera a casa encontraría sano a su hijo. Y así fue. Fue una curación milagrosa y desde ese mismo día comenzó el culto a Gauchito Gil, el santo ladrón, el santo de los pobres y de los desesperados, el gaucho santo.
Por supuesto, la Iglesia Católica nunca ha reconocido los milagros de Gauchito y no lo considera en modo alguno como un santo, pero eso no ha impedido que la fama de Gauchito se haya extendido por toda la Argentina y que cada vez sean más los que creen en él y le pidan favores o milagros.

Nuevas expresiones en español: ¡estoy hecho polvo!

¡Hecho polvo!
Resumen:
En el episodio de hoy de nuestro podcast para aprender español te cuento por qué no me gusta ir al gimnasio. Es un podcast antiguo en el que puedes aprender algunas expresiones para decir que estás muy cansado o muy aburrido, como, por ejemplo, estar hecho polvo.
Acabo de volver
Acabo de volver del gimnasio hace un momento, hace un rato. Y bueno, estoy cansado, pero bien: me siento bien.
 Yo voy al gimnasio dos o tres veces a la semana, a veces cuatro. Voy porque creo que es bueno hacer ejercicio, pero ya sabéis que no me gusta nada.  Lo he dicho antes en otros mensajes: ir al gimnasio me aburre mucho.
 Es un lugar que me aburre muchísimo, que incluso me pone triste… Pero, bueno, hago un esfuerzo y voy.
Voy por mi salud. A veces paso mucho tiempo sentado, delante del ordenador. Y eso no es bueno. Hace unos días leí en el periódico que “estar sentado es tan malo para la salud como fumar”; como se dice en inglés: “sitting is the new smoking”.
A mí me gusta hacer deporte, me gusta hacer ejercicio, pero me gustaría hacer ejercicio fuera, en el campo, en la montaña…al aire libre.
A pie
Me encanta caminar por el campo y siempre que puedo salgo a pasear. Por ejemplo, a menudo voy a pie a la universidad donde trabajo; también voy todos los fines de semana al parque (en Londres hay muchos parques muy bonitos) y ya he hecho dos veces el Camino de Santiago. Me encantó hacer el Camino de Santiago. Me lo pasé estupendamente.

En bicicleta
También me gusta mucho ir en bicicleta, pero no me gusta ir en bicicleta por la ciudad porque creo que es un poco peligroso. Hay demasiados coches. En cambio, me gusta mucho ir en bicicleta por la montaña o por el campo.
Hace unos meses recorrí Fuerteventura y Lanzarote en bicicleta y me encantó. Esa es la forma de hacer deporte que me gusta a mí.

Una pregunta final
El gimnasio, no.  Estar en un edificio cerrado, haciendo ejercicios, con las máquinas, no me gusta mucho.
Y creo que a la mayoría de la gente que va al gimnasio también le parece aburrido. Cada año, en enero o en septiembre, mucha gente se apunta al gimnasio que tienen más cerca de su casa y van dos o tres semanas. Sin embargo, a principios de febrero muchos dejan de ir. Dicen que no tienen tiempo, pero la verdad, creo yo, es que dejan de ir al gimnasio porque no les gusta, porque se aburren. Si algo te gusta, aunque no tengas tiempo, no lo dejas; siempre encuentras el tiempo para hacerlo; pero cuando algo realmente no te gusta, es fácil encontrar excusas para dejarlo.
Yo no sé si vosotros vais al gimnasio; no sé si hacéis deporte, pero, simplemente, la pregunta que os quería hacer hoy es: ¿Vosotros pensáis que hay algo más aburrido que el gimnasio?
 ¿Creéis que hay algo más aburrido que hacer gimnasia en un gimnasio?
 Yo realmente no puedo pensar en muchas cosas más aburridas que ir al gimnasio…
Pero si vosotros pensáis en algo que puede ser también muy, muy aburrido, por favor, escribid un comentario.
 Entonces, esta es la pregunta: ¿Hay algo más aburrido que ir al gimnasio?
 Vale, venga, espero vuestros comentarios, hasta luego.

Leer en español: cómics o tebeos

Resumen:
En el podcast de hoy hablamos de cómics, de novelas gráficas o, como yo prefiero llamarlos, de “tebeos”. Sí, a los cómics en España se les llamaba tebeos y ese es el nombre que a mí me gusta. En el podcast de hoy explico por qué se llaman así los cómics en España y también os hablo de los tebeos que a mí me gustaba leer de niño. Creo que este es un buen podcast para practicar y repasar los pasados y aprender algo nuevo sobre la cultura de España.

Tebeos, no “cómics”
Muchos estudiantes de español se sorprenden cuando les digo que, en España, los cómics y las historietas se llaman TEBEOS.
“¿Te veo?” (I see you?), preguntan sorprendidos.
No, no, no es eso. Suena igual que “te veo”, pero se escribe TEBEO.
Bueno, por lo menos así era antes, cuando yo era niño.
Desde hace unos años creo que los Tebeos se suelen llamar también cómics e incluso “NOVELAS GRÁFICAS”, que es un nombre mucho más importante.
Una novela gráfica es, en realidad, un tebeo, pero si dices que te gusta leer tebeos, la gente piensa que eres un poco infantil e inmaduro; si dices que lees “novelas gráficas” entonces parece que tienes un alto nivel intelectual y cultural.
Pero ¿por qué se llaman “tebeos”? ¿De dónde viene este nombre tan raro?
El nombre “tebeo” tiene su origen en una revista infantil que se llamaba TBO.
El original “tebeo”
Se trataba de una revista con dibujos de muchos personajes diferentes que vivían aventuras, historias. No eran historias “trascendentales” o muy importantes; no hablaban de filosofía, ni de física, ni de arte. Eran historias muy sencillas. Un personaje que siempre llegaba tarde a la oficina, un niño que nunca hacía sus deberes para la clase, un ladrón que nunca robaba nada, una señora que nunca encontraba novio… Eran historias simples, pequeñas y por eso, a estas historias se les llama también “historietas”.

TBO se comenzó a publicar en España en el año 1917. Era una publicación dirigida a los niños que se hizo tremendamente popular. Se hizo tan popular que, pronto, comenzaron a publicarse otras muchas revistas con un formato similar. La gente, sin embargo, se refería a estas nuevas revistas como “Tebeos” ya que eran muy similares al original TBO.
La gente llamaba “tebeos” a este tipo de revistas.
No sé si este fenómeno ocurre también en otros países, pero en España hay bastantes casos de nombres de productos o de marcas que se hacen tan famosas que la gente acaba usando ese nombre para referirse a ese tipo de productos.
Por ejemplo, cuando yo era pequeño, el yogur , en general, se llamaba “danone” y cuando se iba a una tienda no se pedía “un yogur”, sino un “danone”.
Y si vas a Asturias, te darás cuenta de que los autobuses no se llaman “autobuses”, sino ‘alsa”, porque la empresa principal de autobuses es la empresa Alsa. Así que si alguna vez vas a Asturias y quieres saber dónde está la estación de autobuses, la pregunta que tienes que hacer es “Perdone, ¿sabe dónde está la estación del alsa?”
Yo de niño solía leer muchos Tebeos. Cada semana compraba uno o dos. Recuerdo que salían los domingos. Durante toda la semana esperaba la llegada del fin de semana con mucha ilusión porque quería saber qué les pasaba a mis personajes favoritos, qué nuevas aventuras vivirían. Tenía una hucha donde guardaba todos mis ahorros y cada domingo, sin falta, corría al kiosco de prensa a comprar el tebeo que me gustaba más. Había muchos: Pulgarcito, DDT, Tio Vivo, Jaimito… Había Tebeos para niños y Tebeos para niñas. Los niños, por supuesto, nunca leíamos los Tebeos de niñas.
Tebeos infantiles
Cada tebeo tenía personajes diferentes. Me  gustaban mucho Mortadelo y Filemón, pero también Las Hermanas Gilda, Anacleto agente secreto, Gordito relleno, el botones Sacarino, Zipi y Zape y tantos otros… Creo que la mayoría de estos Tebeos ya no se publican. No sé si los niños españoles de hoy han oído hablar de estos personajes.

Mortadelo Y Filemón
Los personajes de tebeo más populares son, sin duda alguna, Mortadelo y Filemón.

Expresar miedo en español

Expresar miedo en español: tengo miedo de, me da miedo…
En este episodio de nuestro podcast para aprender español vamos a practicar cómo expresar miedo en español con expresiones como:
Me da miedo
Tengo miedo de
Volando voy, volando vengo…
Hola y bienvenidos todos a un nuevo episodio de nuestro podcast “1001 Reasons To Learn Spanish”.
Hoy vamos a hablar de viajar en avión, de volar.
Acabo de llegar a Londres desde Italia y creo que es una buena oportunidad para hablar de cómo me siento cuando viajo en avión.
A mí me gusta viajar. Me gusta mucho viajar, pero odio volar.
Bueno, no odio volar, pero me da miedo. Me horroriza pensar en la posibilidad de que haya un accidente o un ataque terrorista.
Interpreto cada turbulencia como un síntoma de que algo va mal en los motores. También pienso que es posible que algún grupo terrorista haya puesto una bomba en una maleta y el avión quizás haga explosión de repente.
Comienzo a sudar. Miro el reloj, pero el tiempo no pasa. No me puedo concentrar, no puedo leer…
Miro el reloj, pero el tiempo no pasa
En realidad me gusta la sensación de estar por encima de las nubes, de ver las ciudades, los pueblos, los ríos y las montañas desde lo alto.
En un avión, a miles de kilómetros de altura, me siento más vivo. Me doy cuenta de lo hermosa que es la tierra, de la fragilidad de nuestras vidas, de lo rápido que pasa el tiempo…
Cuando viajo en avión suelo pensar que la vida es muy corta, que hay que disfrutar a tope, cada día, como si fuera el último día de nuestras vidas.
Planes, planes, planes
Entonces, mientras vuelo, decido que desde ese día en adelante haré las cosas que me gustan: montaré más en bicicleta; comeré más queso, más helados y más chocolate; viajaré en tren por América, cruzaré los Estados Unidos de este a oeste en bicicleta; iré a ver la muralla china, El Taj Mahall, el Machu Picchu, los leones de África y además aprenderé japonés.
Decido que, si sobrevivo al vuelo, tengo que hacer todas las cosas que siempre he querido hacer y que todavía no he hecho.
Aterrizamos, llegamos a nuestro destino y todos los pasajeros descendemos del avión. Vuelvo a respirar. Estoy vivo. He sobrevivido a otro vuelo.
Ya en tierra me siento más relajado. Ya no tengo miedo, ya no me preocupa la muerte o encontrar el sentido de la vida. Dejo de hacer planes, dejo de soñar, dejo de tomar decisiones importantes. Dejo de pensar en lo que es realmente importante en la vida.
Ahora lo único que me preocupa es ir a recoger la maleta, encontrar el baño, buscar el pasaporte… ¿Pero dónde he puesto el maldito pasaporte? Nunca lo encuentro.
La rutina diaria
Recoger las maletas en el aeropuerto
Tengo que coger el autobús para ir al centro, ¿Donde se coge el autobús? O quizás es mejor coger el metro… El taxi es demasiado caro, mejor el metro.
Y así, quince minutos después de bajar del avión ya he olvidado todas las decisiones importantes que había tomado mientras volaba. Ya he olvidado que la vida es demasiado corta, que cualquier día puede ser nuestro último día y que hay que vivir a tope.
Los problemas cotidianos de cada día nos hacen olvidar lo que realmente es importante en la vida.
Quizás tendría que viajar en avión más a menudo para no olvidar que cada día puede ser el último.
Un saludo y nos vemos en el próximo episodio de nuestro podcast.