Hecho polvo



¡Estoy hecho polvo!
Resumen:

Los profesores de idiomas estamos siempre hechos polvo. Hoy te explico por qué.

TRANSCRIPCIÓN
Hola, chicos, ¿qué tal?
Bienvenidos a un nuevo episodio de Español Con Juan. Ya sabéis, que este es un podcast en español para aprender español.
¿Qué tal la semana? ¿Todo bien? Espero que sí. Yo estoy bien, pero bastante hecho polvo. Supongo que muchos ya sabéis que estar hecho polvo quiere decir estar muy cansado, muy muy cansado. Puede ser un cansancio mental o un cansancio físico.
Yo estoy hecho polvo no físicamente, porque no hago ningún tipo de esfuerzo físico. Es decir, yo no trabajo en una obra ni en una mina ni soy camarero en un bar o no sé… no tengo ninguno de esos trabajos que requieren un gran esfuerzo físico. Ser camarero, he dicho ser camarero, y es verdad que ser camarero es muy cansado. No es como trabajar en una mina o como trabajar de albañil en una obra, pero, bueno, hay que pasar muchas horas de pie, caminar siempre de arriba abajo, llevar comida, bebidas, estar siempre atento, recordar lo que te han pedido… en fin, es un trabajo estresante mentalmente y que físicamente te cansa.
Bueno, yo no tengo ninguno de esos trabajos. Mi trabajo no requiere mucho esfuerzo físico.
Aunque bueno, tengo que decir que es verdad que después de cada clase yo termino muerto, muerto de cansancio. Hecho polvo, vamos. Mis clases son de dos horas y a veces me pasa que no me siento durante dos horas. Estoy de pie, explicando en la pizarra, enfrente de los estudiantes, o tengo que acercarme a ellos, comprobar que están trabajando bien, escuchar qué dicen, responder a sus preguntas… y todo eso de pie, claro.
Además, ser  profesor de idiomas es mucho más cansado que ser profesor de historia o de matemáticas. No sé si os habéis dado cuenta, pero un profesor de idiomas tiene que usar el lenguaje corporal, hacer gestos con las manos, con el cuerpo, moverse… Si por ejemplo un estudiante me pregunta qué significa “nadar”, yo no le digo la traducción en inglés. Yo me pongo a nadar. Es decir, hago un poco de mimo. Con las manos, simulo que estoy en una gran piscina, que me pongo un bañador, que me tiro al agua desde el trampolín, hago ruidos con la boca ¡Splash! Y empiezo a mover los brazos como si estuviera nadando…
Claro, sería más fácil decir: Swimming, nadar en español es swimming o to swim.
Pero, no, yo no hago eso. Yo intento hablar muy poco en inglés en mis clases. Creo que la clase de español debe ser un lugar donde los estudiantes estén inmersos en el español, ¿no? Porque, a ver, qué sentido tendría ir a clase de español si el profesor te da directamente la traducción en inglés. Bueno, total, eso es lo que yo hago. Y luego, claro, otro estudiante me hace otra pregunta: ¿Qué significa “pasear al perro”? Y entonces, venga, yo finjo que estoy en el parque y que llevo un perro con un collar, que luego lo suelto, que el perro se echa a correr, que yo le tiro una pelota o un palo para que me la traiga… en fin… que uso de nuevo mi cuerpo y el lenguaje corporal para explicar las palabras en español, que nunca o casi nunca doy la definición en inglés porque, bueno, no sé, pero así es más divertido, ¿no?
Sí, esa es la clave. Es más divertido. Yo no sé si será más efectivo. Yo no sé si desde el punto de vista metodológico o pedagógico vale realmente la pena hacer todo este esfuerzo, no sé si los estudiantes aprenden mejor cuando el profesor se pone a explicar las palabras con gestos, con el cuerpo, con las expresiones de la cara, haciendo mímica… No sé si es realmente más eficaz, pero lo que sí sé es que es más divertido. Al menos para mí. Yo me aburriría si simplemente tuviera que explicar las palabras o traducirlas al inglés. Y yo lo último que quiero hacer es aburrirme en clase.
Estoy hablando de clases de principiantes, claro. Si estoy en clases de estudiantes de nivel intermedio alto o avanzado, es diferente. En clases de nivel avanzado puedo hablar en español tranquilamente y entonces cuando los estudian…